Según el licenciado en biofisica Andreas Kalcker, estas muertes de estos dos bebés provocadas por la bacteria Klebsiella, se hubieran podido evitar si el hospital hubiera utilizado el MMS (Dióxido de Cloro) como desinfectante de sus instalaciones y como medicamento mucho más potente que los ineficaces antibióticos actuales y provocadores de infinidad de efectos secundarios.